
En la mitología griega, Sísifo fue fundador y rey de Éfira, nombre antiguo de Corinto. Era hijo de Eolo y Enarete. Fue promotor de la navegación y el comercio, pero también tuvo fama de avaricioso y mentiroso. Recurrió a medios ilícitos (entre los que se contaba el asesinato de viajeros y caminantes) para incrementar su riqueza. Desde los tiempos de Homero, Sísifo tuvo fama de ser el más astuto de los hombres. Cuando Tánatos fue a buscarle, Sísifo le puso grilletes, por lo que nadie murió hasta que Ares vino, liberó a Tánatos y puso a Sísifo bajo su custodia.