Según otro MITO AZTECA, "La leyenda del quinto sol", en el principio, todo era negro y sin vida. Los Dioses se reunieron en Teotihuacán. Allí plantearon que para crear al mundo uno de ellos se tendría que arrojar a una hoguera. Dos de ellos fueron seleccionados como víctimas. Sin embargo el más fuerte y vigoroso, al momento de acercarse a la hoguera, retrocede; por lo que el segundo, un pequeño dios, humilde y pobre, se lanza sin vacilar y se convierte en el Sol. Al ver esto, el primer dios, sintiendo coraje, decide arrojarse a la hoguera, pero sólo logra convertirse en la Luna. Aun así, los dos astros precisan ser alimentados para que se muevan. Entonces otros dioses deciden sacrificarse y dar su sangre como alimento. Por esta razón es que se obliga a los hombres a recrear eternamente el sacrificio divino original.
