El colectivo Babilonia propone: BABELIA. BABELIA, morada donde la imaginación se atreve. BABELIA, cruce de caminos y opiniones. BABELIA, itinerario abierto, singladura de la memoria. BABELIA, morada del babeliante y del imaginante. BABELIA, Puerta de todos los relatos únicos y diversos.
La puerta de los relatos únicos y diversos, se abre hoy para dar paso a una tercera Babelia. Babeliantes fieles, reciban un cordial saludo de bienvenida y una nueva excusa para este tránsito imaginativo. Hoy hablaremos del mito del Judío Errante.
BABELIA-3
TEMA CENTRAL: “EL JUDÍO ERRANTE”.
CONTENIDOS:
-“Sabines” (Fragmento en la voz de Jairo Hernán Uribe M.).
-“Preguntitas” (Jorge Cafrune).
-“Recurrencia del solitario” (Poemas de Juana María Echeverri)
-“Poemas” (En la voz de Mario Benedetti).
-“El Joropo -2” (Clase de Rafael Zambrano).
-“De la mano del viento” (Amparo Ochoa).
-“Relatos y poemas” (De León Darío Gil Ramirez).
Jairo Hernán Uribe Márquez -Babeliante anfitrión- desea compartir con todos nuestros oyentes un fragmento de su ensayo: “Sabines”, corta reseña acerca del poeta mexicano Jaime Sabines.
S A B I N E S
LAS RESURRECCIONES
“¡Qué hermosa es la vida! ¡Cómo nos despoja todos los días, cómo nos arruina implacablemente, cómo nos enriquece sin cesar !” (Como pájaros perdidos)
Múltiples rostros había tenido el tuxtleño : docto de gafitas, borracho-salsero, momificado, arcaico y tutelar, leído, manoseado, declamado y olvidado. Para completar el retrato conocí su voz – una voz que inmediatamente remitía a “Comala” - , pastosa y ronca y tan compacta como el compacto en el que leía poemas ajenos. Gracias a esto alcancé algo de su propia epifanía. Quizá fue una tarde de Diciembre. Como a todos los poetas mayores, el hálito decembrino les suele disolver la tonsura parnasiana. En un recuento lujoso de su poesía leí al funcionario y al vendedor. Escribía poemarios desde 1950: “Horal”, “La Señal”, “Adán y Eva”. De la misma época fueron sus “amorosos” (clásico de café-poeme). Diez años adelante, comenzó a fecharse el verdadero paisano con sus “Jugueterías y canciones”, su “Tarumba”, su “Yuria” y sus compilaciones mortuorias. Tres de estas series me lo resucitaron una vez más : Poemas sueltos (1951-1961), Maltiempo (1972) y Algo sobre la muerte del Mayor Sabines (1973). La primera serie, la más nerudiana y obvia, me lo tradujo sobreviviente. “Nadie puede vivir de cara a la verdad /sin caer enfermo o dolerse hasta los huesos./ Porque la verdad es que somos débiles y miserables/ y necesitamos amar, ampararnos, esperar, creer y afirmar./ No podemos vivir a la intemperie/ en el sólo minuto que nos es dado”. Quería nacer en todas partes, averiguar su sino, ampararse en una fuga siempre cotidiana. Y se preguntaba, sibilino :“¿A cuántas muertes tenemos derecho cada uno?”. Como póstumo homenaje a Doña Luz, su madre, se lanzó a vivir con menos agonías. Y, claro, liberado del peso fantasmal que dan nuestros más esenciales muertos , declaró: “¡Qué confortablemente ciego estoy de ella ! ¡ Qué bien me alcanza su ternura ! ¡ Qué grande ha de ser su amor que me da su olvido !”. Y de esa herencia sin lágrimas que fue la madre muerta, se deslizó – como Lázaro sempiterno- a la más antigua desaparición del padre y escribió lo mejor de su peculio: “Te enterramos, te lloramos, te morimos, / te estás bien muerto y bien jodido y yermo / mientras pensamos en lo que no hicimos / y queremos tenerte aunque sea enfermo”. También lo más airado : “Ángeles degollados puse al pie de tu caja, / y te eché encima tierra, piedras, lágrimas, / para que ya no salgas, para que no salgas”. Después de releer este último ciclo, comprendí: Sabines había regresado del turbio socavón de la poesía sin materia a la declaración viva de su oficio como hombre. Y ‘pensándolo bien’, como siempre lo manifestó, me propuse dotarlo de más días y noches. Lo volví a ver, pues, menos derrotado y más convulso, eludiendo mediquillos y amigotes de ministerio, olfateando mujeres jóvenes porque, por estos años y como él lo enseña, “ la juventud sólo puede llegarnos por contagio”. Y lo recordé (primer conocimiento serio) fumando, fumando, fumando, fumando deliciosos puchos de frente a la muerte necesaria que no está en el cáncer sino en el sexo y la mujer. Y quise, como él, amar las ferias mecánicas, los zoológicos y los hospitales y “todos los lugares en que la ternura se asoma como un tallo”. Y sobreviví y persistí y soñé y me emborraché, luego de considerar – sin miedo- que “este es el tiempo de vivir, el único”. Y sigo esperándolo, a Sabines (ese de la foto en internet, canoso hasta el bigote y con el pucho en los labios) para espantar la vida seca, los viejos modales, el corazón vacío del éxito y a las mujeres y amigos ingratos. Lo espero, junto a Marcos, el otro chiapaneco (ingenua o cínicamente malquerido por Sabines), para conversar; y “vuelvo a fumar, mientras las cosas se ponen a escuchar lo que no hablamos”.
El Judío errante es una leyenda de la mitología cristiana relacionada con la muerte de Cristo. La leyenda relata que el hijo de un zapatero judío, de nombre AHASVERUS, tenía una tienda a la entrada de Jerusalén. El día de la crucifixión, y cuando Jesús pasaba frente al negocio rumbo al Gólgota, le pidió al comerciante que le dejara descansar un momento. Éste se negó y encolerizado lo golpeó con una herramienta al tiempo que le decía "anda". Como respuesta, Jesucristo le dijo: "Yo luego descansaré, pero tú andarás sin cesar hasta que vuelva". Desde entonces, asegura la leyenda, AHASVERUS quedó condenado a recorrer la Tierra perpetuamente hasta que tenga lugar la PARUSÍA o segunda venida del Mesías.
JUANA MARIA ECHEVERRI, Babeliante puente y pórtico a las poéticas femeninas de todos los tiempos, deja en suspenso sus impresiones sobre los escritos ajenos y se decide a presentarnos una muestra de sus propios poemas:
RECURRENCIA DEL SOLITARIO
UNO Extremamos la vivencia Y de una bocanada Agotamos el oxigeno; Asfixiados de tanto, optamos otra vez por la soledad.
DOS Aún así hundimos las manos en el pantano y escarbamos esa pulpa oscura que nos separa del sueño; El sopor no duerme: amenaza.
TRES Cada miedo Equivale a una historia y en cada célula el átomo: chispa de lava que consume.
CUATRO Pero cuánto buscamos y todo se deshace: resbala por entre los dedos el deseo como un agua ácida parecida al olvido.
CINCO Seguir hurgando en la sombra para que en cada suceso acontezca el recorrido de su dictado; conversión de plano a contorno, versión de reflejo a espejo.
SEIS Y otra vez la sombra recurrente espalda de la luz, siguiendo nuestro juicio en las afueras del cuerpo.
SIETE En la orfandad del exilio palpita la sangre y es que estamos desterrados hasta de la continuidad que somos; y del otro que tampoco termina.
OCHO Perdemos, recorridos por la inconsciencia, en el instante en que la renuncia aguanta, como animal cazado pataleando a muerte.
NUEVE Sólo nos quedamos solos en la cruda sobriedad de la espera, cuando todo se hace más pesado, más pasado por ilusiones de pájaros fallidos al anochecer.
DIEZ Que otra oposición Ofrece el pulso sino la insistencia, que en el desgarro desangre su fuerza el río imparable que va hacia la muerte.
ONCE Desde el mismo origen el dolor, el tacto rugoso de eso que carcome. La visión áspera deviene y entre uno y otro ángulo se cierra agudizando el acontecer.
DOCE No hemos ganado el sosiego apenas nos acercamos, locas criaturas del estruendo, a lo que sucede después del grito.
En las tradiciones protestantes y judías, se habla de la existencia de tres diferentes judíos errantes, a saber: -SAMER O SAMAR. : condenado por haber fundido el becerro de oro en tiempo de Moisés. -CATAFILO : Un guarda de Poncio Pilatos, quien apuñaló a Cristo cuando era llevado a la prisión. . De Catáfilo se dice que cada cien años tenía enfermedad , sanaba y se rejuvenecía hasta los treinta años, edad que tenía cuando Cristo murió. Y ASUERO o AHASVERUS: El Zapatero de Jerusalén, quien ha recorrido el mundo entero, jamás se ríe, siempre habla en la lengua del país en que se encuentra, nunca usa zapatos, si se le invita a comer lo hace sobriamente y si se le da dinero lo reparte entre los pobres.
Babeliante trashumante condenado a todos los exilios del ser y la palabra, Mario Benedetti, escritor uruguayo, revela en esta Babelia algunas de sus mejores redenciones poéticas:
TRUEQUE
Me das tu cuerpo patria y yo te doy mi río tú noches de tu aroma yo mis viejos acechos tú sangre de tus labios yo manos de alfarero tú el césped de tu vértice yo mi pobre ciprés me das tu corazón ese verdugo y yo te doy mi calma esa mentira tú el vuelo de tus ojos yo mi raíz al sol tú la piel de tu tacto yo mi tacto en tu piel me das tu amanecida yo te doy mi ángelus tú me abres tus enigmas yo te encierro en mi azar me expulsas de tu olvido yo nunca te he olvidado te vas te vas te bienes me voy me voy te espero
TACTICA Y ESTRATEGIA
Mi táctica es mirarte, aprender como sos quererte como sos, mi táctica es hablarte y escucharte construir con palabras un puente indestructible mi táctica es quedarme en tu recuerdo no se como ni se con que pretexto pero quedarme en vos. mi táctica es ser franco y saber que sos franca y que no nos vendamos simulacros para que entre los dos no haya telón ni abismos. mi estrategia es en cambio más profunda y más simple mi estrategia es que un día cualquiera no se como ni se con que pretexto por fin me necesites.
BEBETE UN TENTEMPIE
Bébete un tentempié pero sentada arrímate a tu sol si eres satélite usa tus esperanzas como un sable desmundízate a ciegas o descálzate, desmilágrate, Ahora, poco a poco quítate la ropita sin testigos arrójale esa cáscara al espejo preocúpate, pregúntale, prepárate sobremuriente no, sobreviviente desde el carajo al cielo sin escalas y si no vienen a buscar tu búsqueda y te sientes pueril o mendicante, abandonada por tu abandoneón fabulízate de una vez por todas métete en tu ropita nuevamente mundízate, milágrate y entonces apróntate a salir y a salpicarte casi abajo, novada y renovada pero antes de asomar la naricita bebe otro tentempié por si las moscas.
El primer documento que se conserva sobre esta leyenda es un panfleto de cuatro hojas llamado: “Breve descripción y relato de un judío de nombre Ahasverus”, impreso en Leiden en 1602 por Christoff Crutzer. La leyenda se dispersó rápidamente y no tardó en aparecer en la literatura popular, inspirando poemas, novelas y dramas. Hans Christian Andersen hizo a su "Ahasverus" el ángel de la Duda. Goethe escribió el boceto de un poema al respecto. En Francia, Quinet publicó su versión épica y Eugène Sue escribió la versión más famosa en 1844. Autores como Shelley, Kipling, Heine, escribieron relatos al respecto. En el cuento "El Inmortal", Jorge Luis Borges utiliza uno de los alias del Judío Errante.
RAFAEL ZAMBRANO FRANCOBabeliante melómano, siempre dispuesto a compartir su fascinación por la música del llano adentro, RAFAEL ZAMBRANO regresa a nuestra babelia para continuar con sus precisos comentarios acerca del “Joropo”.EL JOROPO(2)
Podemos hablar de tres géneros musicales llaneros: la tonada, el pasaje y el joropo. La velocidad es la principal diferencia, siendo el más lento la tonada, intermedio el pasaje y el más rápido el joropo.
Tienen una característica común y es un ciclo armónico básico que los define.
La tonada, preferiblemente en modo menor (aunque también se da en mayor) se utiliza más que todo para acompañar poemas.
El pasaje es uno de los ritmos más característicos de los llanos colombianos y venezolanos. Este ritmo cadencioso y lento es muy usado para canciones de amor y canciones descriptivas de las regiones llaneras. Forma parte de la música criolla que se acompaña generalmente con el arpa.
El joropo, se da en diferentes ciclos armónicos básicos (modo mayor y modo menor), que constituyen las distintas variedades de joropo.
A estos tres géneros musicales y a las mismas especies dentro del joropo se les llama GOLPES, expresión que es sinónimo de ritmo, aire o tonada, en otras regiones.
Dentro de las derivaciones más importantes del joropo encontramos los golpes denominados: El pajarillo, el gabán, seis por derecho, seis numerado, San Rafael, chapola, catira, zumbaquezumba, carnaval, periquera y quirpa.
Entre los instrumentos caracteristicos del joropo se encuentran el cuarto, la bandola llanera, las maracas y el arpa:
Se debe recordar que el arpa llanera es distinta que el arpa tradicional o clásica. En ella (Arpa Llanera) la caja de resonancia es angosta y las clavijas están colocadas en doble fila.
Es el cuatro, miembro de la familia de las antiguas guitarras y guitarrillas españolas. De pequeño tamaño le debe su nombre al número de cuerdas que posee. Se ejecuta principalmente por rasgueo o charrasqueo. El cuatro posee tradicionalmente cuatro cuerdas: una prima, una segunda y dos terceras.
La bandola llanera, es de cuatro cuerdas de tripa y nailon.
Las maracas, son sonajeros construidos con el taparo seco y vaciado al que se le introducen semillas de capacho, granos de maíz o piedrecillas, que por sacudimiento producen el sonido al chocar con la corteza del fruto.
Actualmente, las fiestas llaneras giran alrededor del canto, del corrío y el contrapunteo. En el baile del joropo se destaca la fortaleza, el orgullo, la libertad y el machismo del llanero; se baila zapateado en el hombre, más no en la mujer; los zapateos, las rápidas vueltas y las llamativas y complicadas figuras que los joroperos o bailarines hacen, van al compás de una música que desborda vida.
El judío errante, ha recibido muchos nombres, entre los que sobresalen: Ahasverus , Buttadeu, Larry el Caminante, Joseph Cartaphilus y Juan Espera en Dios. Mientras que algunos intérpretes ven en el mito del Judío Errante una personificación metafórica de la Diáspora Judía, otros(con claros interese antisemitas)culpan a los judios de la Destrucción de Jerusalén, como castigo divino por la muerte de cristo. Una visión más alegórica, juzga que la leyenda representa el castigo que recibe la alevosía humana cuando se regodea o alegra con el sufrimiento ajeno.
La imaginación, coordenada esencial de estas babelias, es el equipaje con el que se presenta y reconocemos al escritor y poeta de Caramanta LEON DARIO GIL RAMIREZ. Iniciemos un nuevo y babeliante viaje a través de sus relatos y poemas.
VERDAD, ENSUEÑO Y REALIDAD
Tres elefantes: en el primero iba, adelante quien lo manejaba, un negro inmenso, brillante como entrampado en la blancura perfecta de su sonrisa, también perfecta y generosa; atrás, tres cazadores blancos con horrorizados rostros como si a la cuadra les fueran a salir los demonios, con cantimplora cada uno y cada uno sembrado de cuchillos y con entereza agarrado a una inmensa escopeta de dos cañones. Iban de Safari. En el último iba el equipaje, si, lo que requerían para la aventura: carpas, frazadas, lazos, utensilios y cajones encima de más cajones amarrados, seguramente donde llevaban la comida y más munición y armas y más ropas. El elefante de la mitad era a la vez que el más pequeño, el más hermoso, adolescente, pintaba en sus actitudes y gracias la sorpresa de descubrir el mundo a cada paso, con un cabezal de flores y piedras preciosas un poco deslucidas por el tiempo. En ese me montaba y me dejaba ir, llevar por donde me diera la gana y ajeno a la suerte de los cazadores. Nos íbamos bordeando arroyos increíbles, limpios y salpicados por peces de colores. Por entre caminos sombreados por hileras infinitas de cocoteros al pie de farallones que copiaban grifos, sátiros y monstruos, a las orillas de ríos irreales y serenos, por los principios de valles de ilusión sometidos al fragor insaciable de las manadas de jirafas, de ñus, de búfalos y de gacelas. Nos íbamos hasta cuando llegaba la abuela y para no asustarme, con ternura me palpaba por el hombro, me entregaba un confite y me volvía a confirmar, señalándome el cuadro: es suyo, cuando yo me muera se lo lleva.
POEMA UÑAS
Irse de quienes son, salirse. Van siempre adelante dueñas de su suerte abriendo su camino. Manada indócil de criaturas: pertinaces, sutiles, silenciosas anuncios incansables del remoto origen; remoto e ignorado. Declaración visible de los huesos, reminiscencia de las garras, entre el alma encarnadas y entre el aire. Crecen con el afán que solo a ellas les incumbe; crecen más allá del tiempo y de la muerte. No les importamos.
Agradecemos a ustedes, babeliantes cómplices, por su generosa audiencia.
Tejimos esta BABELIA: En la locución: JUANA MARIA ECHEVERRI ESCOBAR y ABELARDO BENJUMEA HINCAPIÉ. En el libreto: LEÓN DARÍO GIL RAMÍREZ. En la edición y dirección: JAIRO HERNÁN URIBE MARQUEZ.
La BABELIA se disuelve hoy. Hasta otra voz y otra vez. Hasta otra BABELIA