miércoles, 10 de julio de 2013

MUJERES DE LEYENDA

ARTEMISA



Por: Juana María Echeverri

Artemis o Artemisa, era una de las principales diosas en la mitología griega. Su equivalente romana era la diosa Diana. Artemis era hija del dios Zeus y de Leto, y hermana gemela del dios Apolo. Era la rectora de los dioses y diosas de la casa y de los animales salvajes, especialmente los osos. También era la diosa del parto, de la naturaleza y de las cosechas. Como diosa de la luna, se le identificaba a veces con la diosa Selene y con Hécate. Aunque tradicionalmente amiga y protectora de la juventud, especialmente de las muchachas, Artemisa impidió que los griegos zarparan de Troya, mientras no le ofrecieran el sacrificio de una doncella. Según algunos relatos, justo antes del sacrificio, ella rescató a la víctima: Ifigenia. Como Apolo, Artemisa iba armada con arco y flechas, armas con que a menudo castigaba a los mortales que la ofendían.
En otras leyendas es alabada por proporcionar una muerte dulce y plácida a las muchachas jóvenes que mueren durante el parto. Quizá por esto, las sacerdotisas de Artemisa heredaban las ropas de aquellas que morían en el parto.
Artemisa representa la identidad mística, primitiva, del cazador con lo cazado. Es la señora de lo ‘salvaje’, un título que abarca mucho más de lo que se reconoce en su imagen post-homérica, donde se la ve como la cazadora que hace que lluevan flechas. Tal como nos recuerda Esquilo, no es únicamente la cazadora, sino también la protectora de todo lo que es salvaje y vulnerable.


“La casta Artemis con enojo mira,
La cual vio de Zeus a los alados canes
que la preñada liebre devoraban.
Festines por la diosa aborrecidos
El triste canto entonan, el triste canto.
Mas, venza al fin, la próspera fortuna,
la bella diosa que benigna ampara
del león rapaz al tierno cachorrillo
y a los hijuelos de la agreste fiera
que del pecho materno van colgados”.


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