martes, 9 de abril de 2024

ADENDA 1


LEÓN DARÍO GIL RAMÍREZ

POEMAS

 

Lección 297-1988


AVISO

             Para usted, que me estremece

Ni alta ni bajita, apenas,

ni flaca ni gorda, lo justo.

 

Bella hasta el colmo.

 

Mala de vez en cuando,

buena todos los días.

 

Estrechita de cintura,

anchurosa de caderas.

 

Morena, de ojos claros, clara la mirada.

 

Que agradezca la lluvia,

que la enrabie la injusticia,

que sea ella.

 

Así la quiero.

Informes aquí.

 

 La dama que detuvo el tiempo-2018

 

NI MÁS NI MENOS

Que coja el viento en vez del bus, déjenlo.

Que contemplándola se quede en la Luna, déjenlo.

Que en vez de darle la vuelta se coma la manzana, déjenlo.

Él no sale a verlos, él sale a pintar los arcoíris.

 

En los abriles se va para el cielo hasta que escampe en la tierra.

Regresa muchísimo más encariñado con él mismo y con el prójimo.

Dejan de importarle las estrellas para embobarse con chécheres.

Se sienta a oírle y a sacar en limpio los ruidos a la noche.

 

Tiene tratos insólitos con las esdrújulas, las brújulas y los ángeles.

 

Si se quita los zapatos y se pone las alas, déjenlo.

Si quiere ser columpio, jota del aljibe, recreo de la escuela, déjenlo.

 

Él es lo más parecido a la inocuidad.

Le gusta perder el tiempo en los caminos.

 

Los años lo cogieron y lo volvieron friolento y taciturno.

De ojos idos y miradas que apaciguan su semblante.

Anda con muchas dudas, como si enseguida lo aguardara un abismo.

 

Yo, que lo conozco desde siempre,

puedo decir que no sabe de dónde viene ni para dónde va.


Viento Cardenal-2020


LUNAR

De lo linda que es y de su risa sin dudas,

no, no voy a hablar de eso.

 

Ni de su estatura que tiene que empinar

para que la bese mi boca.

 

Ni de sus labios tampoco,

que adentro guardan su aliento de tibieza,

el pez prisionero de su lengua estremecida,

las palabras que enfurian mi carne o serenan mis tormentas.

 

Mucho menos voy a hablar de sus ojos,

negros y que revelan, no tanto su hermosura,

como la paz que prodiga contemplarlos.

 

Ni de sus cejas, dos alondras acostadas

con las que confirma sus enojos o consiente mis descaros.

 

De eso no.

 

Voy hablar del lunar,

el lunar que tiene donde termina el abismo de su cintura

y comienza el más dichoso itinerario de mis manos.

 

Tiene la forma de una estrella con un par de puntas rotas.

 

Y el nombre que le tengo no lo digo

para no presumir de poeta.

 

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LEÓN DARÍO GIL RAMÍREZ

Poeta y escritor. Nació en Caramanta (Antioquia), pero ha vivido la mayor parte de su vida en Manizales. Estudió sociología en Bogotá. Es investigador y experto en temas sociales y culturales. Está incluido en la Segunda Antología del cuento corto colombiano (Universidad Pedagógica, 2007). En 2016 publicó, con el apoyo de sus amistades, el libro de poemas Antología de papel 1986-2016. Ese mismo año hizo parte de la Colección Cumanday de Narrativa con el cuadernillo de relatos titulado Besos. En 2019 fue seleccionado para conformar la antología de cuento Narrar a Caldas editada por la Secretaría de Cultura.