jueves, 20 de agosto de 2015

MUJERES DE LEYENDA


EURÍDICE





Por: JUANA MARÍA ECHEVERRI E.

En la mitología griega, las ninfas eran espíritus femeninos de la naturaleza, personificaciones de la creatividad, a veces unidas a lugares u orografías particulares. Las ninfas solían acompañar a varios dioses o diosas. Vivían en las montañas y arboledas, manantiales, ríos, valles o frías grutas. EURÍDICE era una de estas ninfas. Era, además, esposa de Orfeo: poeta y músico divino. Un día cualquiera, EURÍDICE caminaba en uno de sus paseos por un prado de Tracia y fue vista, según Virgilio, por Aristeo quien prendado inmediatamente de ella la persigue para hacerla suya. En su huida EURÍDICE es mordida por una serpiente y muere. Orfeo la llora, la canta, y su desesperación no encuentra consuelo. Entonces toma la arriesgada decisión de descender hasta el Hades, tierra de los muertos, en busca de su compañera. Caronte, por ello, acepta la petición de Orfeo de atravesar la Estigia, río límite entre el mundo de los vivos y los muertos, para encontrar a su amada. Después, Orfeo logra convencer a Perséfone y a Hades para que le permitan llevarse a Eurídice hasta el mundo del sol. Las divinidades subterráneas aceptan que se la lleve; pero Orfeo debe prometer que no intentará ver a su esposa hasta que haya atravesado las tinieblas y vea la transparencia de la luz. Entonces, según lo convenido, EURÍDICE seguía a Orfeo en el camino de ascenso y, en el momento en que estaban a punto de abandonar las oscuras profundidades, Orfeo tuvo dudas, por lo que no pudo soportar la tentación y se volvió para mirarla y corroborar que ella venía. Cuando esto ocurrió EURÍDICE fue arrastrada por una fuerza irresistible otra vez hacia el Hades. Orfeo, desesperado, intentó ir de nuevo a rescatar a Eurídice, pero esta vez Caronte no se lo permitió. Orfeo regresó a la tierra solo y desamparado y mantuvo fidelidad a su esposa hasta la muerte.