H E R A
Por: Juana María
Echeverri E.
En el panteón
olímpico de la mitología griega, HERA, fue la esposa y hermana mayor de Zeus. Su
equivalente en la mitología romana era Juno. Se representa a HERA majestuosa y
solemne, a menudo en el trono y llevando el polos,
la alta corona cilíndrica usada por varias de las grandes diosas. En su
mano puede tener la granada, símbolo de la fértil sangre y la muerte, y
sustituto de la cápsula narcótica de la amapola.
HERA presidía sobre
los correctos preparativos del matrimonio y es el arquetipo de la unión en el
lecho nupcial, pero no destaca como madre. Los descendientes de su unión con
Zeus son Ares (dios de la guerra), Hebe (diosa de la juventud), Eris (diosa de
la discordia) e Ilitía (diosa de los partos).
Son famosas las
historias en que la celotipia de HERA, bien justificada por los devaneos
eróticos de Zeus, toma venganza. De HERA proviene la maldición de la ninfa Eco
y de Lamia, el destierro de Leto para que no diera a luz en tierra firme, el
secuestro de Ilitía, diosa de los partos, la conversión de Calixto en Osa y de
Gerana en Grulla, la persecución de Ío, y los repetidos en infames intentos por
asesinar a los hijos que Zeus tuvo con mujeres mortales.
HERA fue, además,
la madrastra y enemiga de Heracles. Cuando el rey Euristeo de Micenas le
propuso los famosos y casi imposibles 12 trabajos, HERA trató que fueran mucho
más difíciles.
La importancia de HERA
en el periodo más arcaico, queda atestiguada por el gran número de
edificaciones erigidas en su honor. Los templos de HERA en los dos centros
principales de su culto, Samos y La Argólida, fueron los primeros templos
monumentales construidos por los griegos en el siglo VIII antes de Cristo.
HERA Fue
especialmente adorada en su santuario situado entre Argos y Micenas, donde se
celebraban las Heraiam, unos
festivales en su memoria.