ABELARDO BENJUMEA HINCAPIÉ
Una buena ocasión para ejercitar el pensamiento, nos ofrece este babeliante sendero de relatos. Por eso es que ABELARDO BENJUMEA HINCAPIÉ, una de las voces que confiere personalidad a nuestro programa, se atreve hoy con unas reflexiones personales.
SER Y TENER AMIGOS
Ineludible compromiso con la vida es ser amigo y mejor aún poder tener amigos. Sea esta una buena ocasión para decir mi idea sobre la amistad, la confraternidad.
Sin pretensión alguna quisiera que el corazón dejara salir esa sensación que deja tener un buen amigo: siempre está ahí, no necesito verlo; lo molesto con mis necedades y siempre está ahí. Comparte lo esencial de la vida, sin ser alcahueta ni un mesalino (quiero que se me entienda) de las ideas morbosas en las que a veces nos enfrascamos ciertos días borrascosos.
Comparte la vida misma y me da fuerza para seguirla. Es una confluencia de energía, o de qué sé yo, que me revitaliza también. No hay en ello bien o mal; sería tan ramplón admitirlo. Así, va más allá ese sentimiento compartido con el amigo,la simple realidad de contar con él, sin que preocupe cual sea el número que represente.
Ese amigo nos lleva o nos trae. No caprichosamente porque ofrece su propia vida, su sentimientos, sus intereses, sin quitar nada, tampoco sin querer agregar nada a mi vida, sencillamente estando ahí, presente, algunas veces de cuerpo, otras no tanto, siempre presente, siempre el amigo.
Si somos o parecemos suficientes, el amigo nos recoge las miserias en las que nos revolvemos, justo cuando más engreídos estamos.
Insisto, no nos regala nada, pero no nos quita nada.
Es como un cauce por el que discurrimos libremente,es mi camino y es su camino, voy por él y él va por mí, aunque morimos en mares diferentes: nuestras propias vidas.
ESCUCHE A ABELARDO BENJUMEA H.:
Una buena ocasión para ejercitar el pensamiento, nos ofrece este babeliante sendero de relatos. Por eso es que ABELARDO BENJUMEA HINCAPIÉ, una de las voces que confiere personalidad a nuestro programa, se atreve hoy con unas reflexiones personales.
SER Y TENER AMIGOS
Ineludible compromiso con la vida es ser amigo y mejor aún poder tener amigos. Sea esta una buena ocasión para decir mi idea sobre la amistad, la confraternidad.
Sin pretensión alguna quisiera que el corazón dejara salir esa sensación que deja tener un buen amigo: siempre está ahí, no necesito verlo; lo molesto con mis necedades y siempre está ahí. Comparte lo esencial de la vida, sin ser alcahueta ni un mesalino (quiero que se me entienda) de las ideas morbosas en las que a veces nos enfrascamos ciertos días borrascosos.
Comparte la vida misma y me da fuerza para seguirla. Es una confluencia de energía, o de qué sé yo, que me revitaliza también. No hay en ello bien o mal; sería tan ramplón admitirlo. Así, va más allá ese sentimiento compartido con el amigo,la simple realidad de contar con él, sin que preocupe cual sea el número que represente.
Ese amigo nos lleva o nos trae. No caprichosamente porque ofrece su propia vida, su sentimientos, sus intereses, sin quitar nada, tampoco sin querer agregar nada a mi vida, sencillamente estando ahí, presente, algunas veces de cuerpo, otras no tanto, siempre presente, siempre el amigo.
Si somos o parecemos suficientes, el amigo nos recoge las miserias en las que nos revolvemos, justo cuando más engreídos estamos.
Insisto, no nos regala nada, pero no nos quita nada.
Es como un cauce por el que discurrimos libremente,es mi camino y es su camino, voy por él y él va por mí, aunque morimos en mares diferentes: nuestras propias vidas.
ESCUCHE A ABELARDO BENJUMEA H.:
