
La forma de la torre se asocia a los ZIGURATS (que significa "puntiagudo"), la misma forma que tenían las pirámides más antiguas de Egipto y que consistía en Bloques de mampostería cúbica, de tamaño decreciente, apilados unos sobre otros.
La torre de Birs-Nimrud tenía siete pisos, sin contar la alta plataforma en la que la estructura había sido erigida. Cada piso estaba pintado de un color particular de acuerdo al planeta al que estaban dedicados. Encima de estas construcciones había un santuario, que servía de templo y observatorio.
Algunos escritores aseguran que toda ciudad babilónica tenía una de estas torres o ‘zigurat’, como una representación simbólica del primitivo terraplén del cual se creó el universo o como un puente entre el cielo y la tierra.
El historiador HERODOTO, quien posiblemente la visitó, describe así la torre:
“El templo es una estructura cuadrada de 400m de longitud, con puertas de bronce. Posee una poderosa torre central de 200 m. Sobre ella se eleva una segunda, sobre ésta una tercera y así sucesivamente hasta la octava torre. Se puede subir a cada una de las ocho torres por medio de una escalera exterior, en forma de caracol. A mitad del recorrido se han instalado asientos para descansar. Sobre la torre más alta se encuentra un gran templo”.