jueves, 20 de noviembre de 2008

TORRE DE BABEL -1-


El diccionario de Maria Moliner dice “Babel: del nombre de la torre de que se habla en la Biblia. Se aplica a un lugar donde hay gran confusión o desorden o donde hablan muchos sin entenderse”.

BABEL es una palabra semita que deriva de la expresión BAB-ILUM (que significa ‘puerta de Dios’), nombre que le dieron los amorreos a una pequeña ciudad de Mesopotamia que pronto destacaría en toda la región. Del nombre BAB-ILUM se forma otro nombre más conocido BABILONIA o BAB-ILANI, es decir, “Puerta de los Dioses”.

El mito original, desde épocas inmemoriales, atribuye la fundación de Babilonia al Dios Marduc y la construcción de la torre al deseo de que representara la unión de los hombres con los dioses y la puerta de acceso entre el mundo divino y el terrenal. El mito posterior de la torre de Babel, transforma esta expresión politeísta en una monoteísta más acorde con el éxodo del pueblo hebreo y la presencia de un solo Dios: Yavé. Es así como el acadio BABEL (que significa también MEZCLA) se lee, en el nuevo mito, como BALAL, verbo que traduce ‘confusión’.

Es evidente que las palabras BABEL y BALAL son diferentes. Y también es evidente que MEZCLA y CONFUSIÓN no traducen la misma cosa. También es evidente que el mito original de la torre-ciudad concebida como ‘Puerta de los dioses’ tenía un sentido fundacional, y que el mito posterior o contra-mito, difundido muchos siglos después, invierte el sentido y se refiere a BABEL como CONFUSIÓN del habla y, luego, como ‘disolución’ y ‘dispersión’, palabras que directamente señalaban el fin de una cultura y el comienzo de otra.