
El Judío errante es una leyenda de la mitología cristiana relacionada con la muerte de Cristo. La leyenda relata que el hijo de un zapatero judío, de nombre AHASVERUS, tenía una tienda a la entrada de Jerusalén. El día de la crucifixión, y cuando Jesús pasaba frente al negocio rumbo al Gólgota, le pidió al comerciante que le dejara descansar un momento. Éste se negó y encolerizado lo golpeó con una herramienta al tiempo que le decía "anda". Como respuesta, Jesucristo le dijo: "Yo luego descansaré, pero tú andarás sin cesar hasta que vuelva". Desde entonces, asegura la leyenda, AHASVERUS quedó condenado a recorrer la Tierra perpetuamente hasta que tenga lugar la PARUSÍA o segunda venida del Mesías.