viernes, 23 de noviembre de 2018

ADENDA



GLORIAMARÍA MEDINA JIMÉNEZ

Poemas



LUCIÉRNAGAS EN MI ESPALDA

Silencio: el habla interior no llega en su botella de escritura, no desea arrebatar a las aguas verdinosas de mi cerebro la yema de un verso

Luego, el estruendo: un parloteo de loros, repetición de gritos diluidos en ráfagas y ninguna pregunta que alumbre el horizonte. Las hojas de los árboles descienden al abismo del suelo.

Me encadeno al asiento, me obligo al encuentro, llamo al espíritu: paloma, musa, soplo alado…

La luciérnaga, no avisa su llegada, se pega a mi espalda convertida en tatuaje de aire, todo es oblicuo, sesgado.

Su luz desciende a mí oído interno: caracol, laberinto, tímpano. Hurga mi interior, sabe del sol de nieve que cubre las palabras, arañas de patas cercenadas, temerosas de abrazar, la orfandad de la página.

Un destello las hace girar, es un trino, un temblor bajo la sábana, la última palabra en un verso de Vallejo.

La mano recoge las notas en la almohada, un pensamiento líquido la envuelve, mariposa en su chal.

Y llega por fin, en su nave blanca, el poema.



 

 

LUCIÉRNA QUE NACE 

La palabra me tiende su mano, me abraza al verbo, rehace mi entraña, enhebra con su espuma uno a uno los retazos de mis versos

Desde la terraza de begonias, desciende la lluvia en pequeños ríos, el silencio con su plenitud de instante me llama a construir  con el poema un barco de papel y a lanzarlo hacia la calle por debajo de la puerta.

La luciérnaga regresa, se detiene en mi espalda, promete guiar mi nao de regreso al acertijo



 


LUCIERNAGAS AFUERA

Si piso la sombra de la mujer que vuela, resbalaré por un ojal hasta su interior.

Su sombra oculta busca la luna, en la orilla de lo informe.

Ahora es Bachué, sale de la cueva se baña en la laguna y regresa, serpiente rediviva.

Es Eva, pierde a diario su paraíso entre las aguas de su desnudez y la dulzura del brevo

Es Penélope, teje los paisajes de la duda al mediodía y desteje anagramas en el témpano de la sábana sola.

Es Marina, la Malinche, mujer de lenguas,  puente de lianas entre los mundos, madre de la tierra mestiza.

Todas ellas, habitan la realidad del agua, el remolino de la muerte y la umbría para el baño de diosas navegadas por membrillos y canciones prohibidas

Temo palpar el rostro contrario: otro lado del espejo, otro lado de la calle, otro lado del día, otra yo, otros mundos

Nosotras las sibilas, aves de vuelo nocturno, melusinas, descifradoras de las horas, conservamos el pasado  en la piel de la espalda para respirar el milagro de la lluvia y alumbrar todas en una, como luciérnaga.


 

LA CASA DE OTOÑO

Asciendo  con las manos, por las calles de tu cuerpo hasta la aldea de tus ojos.

Llevo mis cabellos al aire, luciéndolos como raíces, como coronas arbóreas, como estandarte.

Tu cabeza y la mía se trenzan, los pensamientos avanzan cerca de las caras y huyen de ellas los silencios de la ausencia.

Nos sobrevuelan en una nube: los recuerdos, las promesas, los nuevos caminos para el cuarteto de pisadas.

Somos una casa, con tejado azul, por él se desliza la caricia de la lluvia vertida desde las manos.

En la redondez de nuestra habitación interior podemos quitarnos los zapatos y desposeernos de la ropa, pulir con las yemas de los dedos el suelo, tumbarnos desnudos, boca arriba, para escuchar a los pájaros celebrar la fiesta del alpiste en la terraza

Cada abrazo limpia, hace caer en pedazos los muros del pasado. Abrazos de brazo, de pierna, de muslo, de torso, de pecho…

Y así, en ese cuerpo a cuerpo, liberamos a la casa de su armadura de yeso. Sacamos de la mochila anturios, que silban en el aire, y caen, como bocas abiertas para el beso.

Con sábanas blancas hacemos una cueva vientre donde anidamos, para luego, brotar renovados.

Casa para dos cuerpos, casa de piel, de palabras detenidas en el centro de los libros, casa de ojos para mirar atardeceres de soles púrpura, casa para bailar  boleros en cualquier instante, casa donde aún cantan Goyeneche y la Rinaldi, casa abierta por la que se desliza la armonía.

Casa tú y yo.



 


 RESEÑA :


GLORIAMARÍA MEDINA JIMÉNEZ. Cali. Licenciada en Educación, Abogada, Especialista en Desarrollo Intelectual, Especialista en Gerencia para las Artes.

OBRAS PUBLICADAS        :
·         Poemarios I, I, III
·         Ave y no ancla.
·         Claves para abrir las puertas del interior misterio.
·         Balada para mujeres en guerra
·         Los Niños del Miedo,
·         Apartamento con Ventana.
·         Mi Madre aún canta.
·         María, mujer de tierra.

Inéditos: Las Huellas de AMARIT, Ceremonia en el umbral, Los habitantes del sueño, Un balcón para la casa, Luciérnagas en mi espalda.



MAYORES LOGROS
-Primer premio (categoría abierta). XIII Concurso de Poesía Inédita – XVIII Festival -Internacional de Poesía de Cali. 2018
-Tercer premio. Concurso Ediciones Embalaje, Museo Rayo. 2010
-Primer premio III Encuentro de Poetas Vallecaucanos. Jamundí Valle 2006
-Primer premio sin edición Concurso Ediciones Embalaje, Museo Rayo. 2003
-Mención de honor concurso Revista Videncia. Ciego de Ávila, Cuba 2002


PARTICIPACIONES
-Encuentro Internacional de Poesía “Mujeres en el País de las Nubes”. México, 2001.
-Feria Internacional del Libro en La Habana, Cuba, 2002.
-Recitales de poesía en Lima, Perú. 2003.
-Encuentro de Mujeres Poetas de Antioquia. 2005, 2008, 2010, 2011.
-Recital de Poesía, Museo Artes Decorativas. Ciego de Ávila. Cuba. Diciembre 2005.
-Encuentro Internacional de Escritores, Punta del Este, Uruguay. 2012.
-Festival Internacional de Poesía de Cali. Talleres a jóvenes 2008 a 2014.
-Directora del Festival Internacional de poesía de Cali. 2015.
-Encuentros de Poesía en Frontino, Antioquia. 2015, 2017.
-Encuentro Internacional de Escritores, Morelia, México. 2016.
-Encuentro de mujeres poetas, Roldanillo, Colombia. 1996 a 2017.
-3ª Fiesta de la Poesía, Villa de Leyva. 2017.
-Festivales de poesía La Nave de Papel - Manizales. 2015, 2017, 2018.
-Festival Internacional Albatros, Manizales. 2017.
-Feria de Manizales. Una ventanita al arte. 2018.

-Festival de literatura Nos queda la palabra, Manizales. 2018.