jueves, 28 de mayo de 2015

MUJERES DE LEYENDA


ANDRÓMEDA




Por: Juana María Echeverri E.

Andrómeda, en la mitología griega era hija de Cefeo y Casiopea, reyes de Etiopía. Casiopea, presumiendo ser tan bella como las Nereidas, provocó la furia del dios del mar (Poseidón), quien envío una inundación sobre la Tierra, y un monstruo marino para que acabase con hombres y ganado.  




Sabiendo por el oráculo de Amón que no podrían encontrar una solución hasta casar a su hija Andrómeda con el monstruo, el rey Cefeo la dejó encadenada a una roca, desnuda y con joyas. Perseo, cabalgando por el aire en su Pegaso, de vuelta tras matar a la Gorgona, vio a Andrómeda y se enamoró de ella. Bajó a la playa a hablar con Cefeo y Casiopea para pedir su mano si la libraba del monstruo marino. Los padres aceptaron de mala gana. Perseo luchó con el monstruo marino y usó la cabeza de la Medusa para petrificar al animal y convertirlo en coral. Después desató a Andrómeda, y fue feliz a contraer el prometido matrimonio. No obstante Casiopea se negó, pues ya le había prometido su mano al príncipe Agénor. Perseo luchó contra él y su séquito, y después de matar a muchos se vio obligado a usar la cabeza de la Medusa y petrificó a los que quedaban. Andrómeda se casó finalmente con Perseo, y se convirtió en la madre de seis hijos: Perses, Alceo, Méstor, Heleo, Electrión, Esténelo, y su hija Gorgófene. Sus descendientes gobernaron Micenas. Según esta mitología, Perses es el ancestro de los persas.


ANDRÓMEDA, de Lope de Vega
Atada al mar andrómeda lloraba,
los nácares abriéndose al rocío,
que en sus conchas cuajado en cristal frío,
en cándidos aljófares trocaba.
Besaba el pie, las peñas ablandaba
humilde el mar, como pequeño río,
volviendo el sol la primavera estío,
parado en su cénit la contemplaba.
Los cabellos al viento bullicioso,
que la cubra con ellos le rogaban,
ya que testigo fue de iguales dichas,
y celosas de ver su cuerpo hermoso,
las nereidas su fin solicitaban,
que aún hay quien tenga envidia en las desdichas.


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