lunes, 5 de enero de 2015

PASAJERO - 4

URIEL GIRALDO ÁLVAREZ




URIEL GIRALDO ÁLVAREZ, es docente de literatura en la Universidad de Caldas. Con equilibrado acento escribe tanto poesía como prosa. Uriel comparte con nosotros algunos poemas tomados de sus libros “Al borde de la vía” y “Fe de erratas”.




El autor advierte que estas vainas
No riman
No metran
No figuran
No metaforan
No alegoran
No sonetan
No alejandran
No yambican
No deciman
No sinalefan
No epopeyan
No lirican
No draman
No odan
No loan
No elegían
No elogian
No versan sobre nada
No prosan
No poeman
No nadan

***
Me pregunto qué habrá sido de la muchacha aquella que a tantos enseñó a besar en el zaguán de una casa en penumbra, mientras en las piezas del fondo su madre y su abuela murmuraban plegarias a los santos. Fue la primera que permitió a nuestras manos traspasar la valla enresortada para descubrir la incógnita de siempre. ¿Recordará nuestros juegos cada vez que alguien la posee de afán en algún zaguán oscuro?

***
Casi todos los días, a eso de las tres de la tarde, un mendigo demente, robusto y de barba, llega con un atejo de tablas, y junto a una valla publicitaria en un lote de engorde, empieza a armar su hábitat. Dispone los maderos con curia de arquitecto, parece que siguiera de memoria unos planos, y resulta una serie de palos erguidos sin sentido aparente. Luego esparce unos trastos de cocina o que hacen sus veces, y se echa a dormir sobre un costal de fique como si estuviera en la casa de toda su vida. A veces se despierta, se masturba sin prisa, y regresa a sus sueños hasta que el frío de la noche viene y lo espanta.

***
Afuera pasan cosas, carros, gentes.  
Alguien que aprovecha la mitad de la noche
para lanzar un grito que a nadie espanta ni conmueve.  
Aquí, en el silencio de este cuarto
donde de una manera impalpable estás presente,
mi desolada piel también lanza su grito y te reclama.

***
Yo pensaba que la vida era otra cosa
 y, en efecto, es una cosa que sucede siempre en otra parte,
tal vez en otro tiempo.

***
La cabeza me da vueltas en redondo,
todo me da vueltas en redondo,
¿aún queda algo en que soñar?
te pregunto abrazada a mí con caricias de siempre.
 Yo no sé qué hacer,
siento que todas las cosas se repiten.


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