jueves, 12 de diciembre de 2013

PASAJERO - 4

JAIME SABINES



Desde Tuxtla, Chiapas, una potente y extraordinaria poesía se abre paso para impregnar a cualquiera que la escuche. De JAIME SABINES, tenemos para ustedes los siguientes poemas.

Padre mío, señor mío, hermano mío,
amigo de mi alma, tierno y fuerte,
saca tu cuerpo viejo, viejo mío,
saca tu cuerpo de la muerte.

Saca tu corazón igual que un río,
tu frente limpia en que aprendí a quererte,
tu brazo como un árbol en el frío,
saca todo tu cuerpo de la muerte.

Amo tus canas, tu mentón austero,
tu boca firme y tu mirada abierta,
tu pecho vasto y sólido y certero.

Estoy llamando, tirándote la puerta.
Parece que yo soy el que me muero:
¡padre mío, despierta!


***

Yo no lo sé de cierto, pero supongo
que una mujer y un hombre
un día se quieren,
se van quedando solos poco a poco,
algo en su corazón les dice que están solos,
solos sobre la tierra se penetran,
se van matando el uno al otro.

Todo se hace en silencio. Como
se hace la luz dentro del ojo.
El amor une cuerpos.
En silencio se van llenando el uno al otro.
Cualquier día despiertan, sobre brazos;
piensan entonces que lo saben todo.
Se ven desnudos y lo saben todo.
(Yo no lo sé de cierto. Lo supongo.)

***

Hay que montar a caballo para recorrer este país
Para conocer a tu mujer
Para desear a la que deseas
Para abrir el hoyo de tu muerte
Para levantar tu resurrección
A caballo tus ojos
El salmo de tus ojos
El sueño de tus piernas cansadas
A caballo en el territorio de la malaria
Tiempo enfermo, hembra caliente
Risa a gotas
A donde llegan noticias de vírgenes
Periódicos con santos
Y telegramas de corazones deportivos como una bandera
A caballo tarumba
Sobre el río sobre la laja de agua la vigilia
La hoja frágil del sueño
Cuando tus manos se despiertan con nalgas
Y el vidrio de la muerte en el que miras tu corazón pequeño
A caballo tarumba
Hasta el vertedero del sol


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